Eres como el alma: bella, pura e inmortal… pero profunda, desconocida y olvidada. Me has encandilado con tus montañas, me has engatusado con tus ríos, me has nublado con tus valles. Eres toda bella, por fuera y por dentro. Estás en lo más íntimo de mi tierra; y en lo más íntimo de mis entrañas.
El Condado de Cocentaina se ha mantenido históricamente aislado del resto de la provincia. Tierra agreste salpicada de pequeños pueblos, se ha dedicado tradicionalmente a la agricultura de subsistencia y a la ganadería de trashumancia. A finales del siglo XIX, por influencia de Alcoy, en Cocentaina y Muro de Alcoy se abrieron las primeras empresas familiares textiles, sector en el que el Comtat se convirtió en referente nacional e internacional. Pero la industrialización trajo consigo también, irremediablemente, el éxodo de los pequeños pueblos hacia los dos grandes núcleos urbanos.
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